Generalmente, cuando uno se asume como ateo queda estigmatizado como alguien que… “no cree en nada, ni en Dios”, el eco de mi abuela (quien fue Testigo de Jehová”) aún permanece: “Esos ateos, ¿cómo pueden estar en el mundo si no creen en nada?”
Debo decir que algo hay de cierto en la primera afirmación, en efecto, el ateo no cree en Dios, pero es un prejuicio afirmar que “no cree en nada”. Entonces, ¿en qué creemos los ateos? Bueno, no puedo hablar por los demás, puesto que la postura atea no es una uniforme y dogmática como entrar a una secta, iglesia o club exclusivo (ayer unos amigos me decían que los ateos éramos tan fanáticos como los creyentes, no estoy de acuerdo, pero de eso hablaré en otra ocasión), de hecho, el asumirse como ateo es por un proceso personal en la mayoría de los casos; algunos llegan a esta postura por algún enfrentamiento fuerte o decepción con la iglesia y la religión, otros llegan simplemente por el uso de la razón y conocimientos de otras disciplinas (la ciencia y la filosofía, principalmente) y otros llegan por un poco de las dos (como fue mi caso), así que sólo podré explicar en lo que yo creo, que debe ser también una postura similar a la de muchos otros ateos.
También es muy importante definir lo que es una “creencia”, en una ocasión, una alumna mía que cree en las cuestiones paranormales y la astrología me preguntó que cual era mi signo zodiacal, a lo que respondí: “Capricornio, pero no creo en la astrología”, ella me replicó: “Creer significa Falta de Conocimiento”; no creo que sea del todo errada esa definición, pero también es una definición bastante maniquea ya que puede interpretarse de dos maneras bastante distintas, pero eso es tema de filosofía analítica que nos desviaría de nuestra propuesta; obviamente mi alumna estaba muy bien adiestrada por su chamán, gurú o quien quiera que le daba clases de seudo-metafísica, por que irónicamente, ella si “cree” en la astrología, precisamente por su falta de conocimiento en cuanto a disciplinas verdaderamente científicas como la astronomía, por ejemplo (es obvio que desconoce sobre esto, puesto que la astrología como tal no ha incorporado ese grupo de conocimientos desde los últimos cuatrocientos años, quien quiera que tenga ligeras nociones sobre la ciencia copernicana o de Galileo se encontrará con una enorme serie de contradicciones).
Prefiero una definición de “creencia” como la simple aceptación de algo cómo verdadero o real (Believe, según el “American Heritage Dictionary”) y he aquí el meollo del asunto: aceptación. El ateo difícilmente puede aceptar algo como verdadero o real en su vertiente más científica, puesto que la ciencia, para corroborar su verdad requiere de una comprobación, en otras palabras, requiere de “evidencia”, cosa que de entrada no ofrecen ni la astrología ni la religión (claro que muchos creyentes se van a poner a dar de brincos ante esta afirmación, pero en cuanto a la falta de “pruebas” que evidencian la “existencia” de Dios se requiere de un análisis distinto a este, prometo que lo haré en otra ocasión).
Ahora, a través de un ateísmo más de tipo filosófico (ojo, no estoy diciendo que toda postura filosófica sea atea, me refiero a la “filosofía atea” como tal) se necesita simplemente de la lógica y la razón para poder dar cierta validez a la creencia, basada si, en cierto orden de conocimientos y en la mayoría de los casos (al menos el mío) del apoyo de la postura científica.
Así que, ¿en creemos los ateos? Pues de entrada creemos en la evidencia corroborada de ciertos conocimientos contrastados por esos procedimientos de tipo científico y racional, así que yo puedo afirmar que creo en la redondez de la Tierra; también creemos (al menos la mayoría) en que ocurrió un Big-Bang hace millones de años dando origen a partículas cuánticas y atómicas que siguieron un proceso evolutivo bastante complejo y largo hasta el momento en el que vivimos (y todas las evidencias de estas teorías cosmológicas, cuánticas y evolutivas no requieren de un creador para poderlas corroborar empíricamente, ciertamente no podemos ver la gran explosión, pero podemos medir sus efectos).
Como ateo creo en muchas otras cosas también, creo que si dejo de respirar me moriré de asfixia, creo en el desarrollo tecnológico que me permite escribir estas líneas que hacen que muchas personas de todo el mundo puedan leerlas de manera simultanea, creo en el amor que me brindan mi familia, mis amigos y mi mascota, creo en la libertad (cosa imposible si es que hay un dios que todo lo sabe, como pueden ver en un par de artículos más abajo en este mismo blog) de dirigir mi vida y por lo tanto, y más importante, creo en mí mismo.
¿Se fijan?, creo en demasiadas cosas para ser ateo, de hecho, creo en casi todo en lo que creen los demás, aunque tal vez yo creo en una cosa menos, y puedo vivir sin eso, ¿por qué tu no?
Saludos:
El Nachomán!
2 de Abril del 2010
1 comentario:
Pues si Nacho, concuerdo en todo contigo, si hasta me senti en un congreso de Miguel Angel Cornejo y todo,
lo unico que no me gusto y donde si se me cayo todo lo escrito, fue la frase esa de "Y tu por que no?".....
Saludos mi ateo amigo! Stay Atheist
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